Copio y pego a Enrique Dans
Al entrar en Wikipedia para hacer un par de vínculos en la entrada anterior, me he encontrado un mensaje de petición de fondos, «Wikimedia necesita de tu ayuda», enlazado a una página en la que se detalla la marcha de las donaciones. No sé el tiempo que llevará ahí, es la típica cosa que a mí se me puede haber pasado por alto un montón de veces.
La Wikipedia es uno de los recursos para mí más útiles de Internet. La utilizo constantemente, bien para vincular definiciones desde entradas de mi blog o como referencia para mí mismo, además de en clase. Si piden dinero, no sólo se lo doy, sino que además aprovecho y lo publicito por si otros os animáis a darles dinerito. Permite donaciones vía PayPal (si haces una donación puntual no periódica no te hace falta tener cuenta en PayPal) y deja libre y sin sugerencia alguna la cantidad a donar, lo cual desde mi punto de vista es un error. Pero en cualquier caso, es una de esas donaciones que uno siente que debe hacer. Ahí va la mía…
… y la mia …. Los que creemos en un conocimiento lo más libre y distribuido posible tenemos que pagar por él cuando nos servimos del mismo y no se nos pide nada a cambio.
Yo he contribuído un par de veces comprándoles camisetas. Son bastante chulas y además te las pones y difundes la Wikipedia. Eso sí, salen algo caras (unos 25$) una vez que añades los gastos de envío.
Un saludo Aníbal. Sigo blogueando, aún con cierta pereza.
Pensándolo bien, Aníbal, la verdad es que puede haber casos en que resulte moralmente recomendable retribuir con alguna cantidad de dinero por el uso de alguna página o aplicación gratuita. Pienso, por ejemplo, en un centro educativo que utilice con mucha frecuencia una herramienta web con sus alumnos (la misma Wikipedia) y que con ello se ahorre un dineral al no tener que comprar una enciclopedia normal. Tienes razón en que software libre no debe ser sinónimo de gratuidad. Tampoco tienen que utilizarlo siempre los pobres de este mundo. De hecho, ahora hay muchos negocios montados con programas de código abierto.
Desde luego Alejandro, si quisiéramos ser coherentes o consecuentes con nuestros actos terminaríamos por volvernos tarados o con la cuenta corriente en rojo :-)). En eso llevas razón.
Pero la idea en este caso es símplemente hacer un pequeño llamamiento de vez en cuando sobre que el valor económico del conocimiento no reside solo en el nivel de reserva que se tenga sobre los derechos de la obra; y que libre no tiene que ser sinónimo de gratis siempre.
Yo tengo mis dudas al respeco, Aníbal, al menos en lo que respecta a gente como tú y como yo, que también ofrecemos servicios con nuestras bitácoras sin pedir nada a cambio. Como yo lo veo, el servicio que nos dan Wikipedia y tantas otras páginas se «homologa» con el servicio que damos nosotros: hoy por mí y mañana por ti. Seguro que los autores de la Wikipedia también se benefician de otros servicios gratuitos en internet. Es que si no, tendríamos que estar rascándonos el bolsillo todos los días con tantas páginas que se merecerían también ese dinero. No sé, igual estoy equivocado.