Bitácoras

Los marinos mercantes mantenían un cuaderno en el que, a modo de diario, registraban lo acontecido en sus viajes. Cuando los puestos de mando carecían de cubierta, esos cuadernos tan personales se guardaban en la bitácora, ese mueble que junto al timón del barco sostenía el principal elemento de orientación para la navegación.

De ahí que esos «cuadernos» adoptaran el apellido «de bitácora«. Siempre me ha llamado muchísimo la atención los viajeros que han mantenido sus «cuadernos de bitácora«, de forma tan personal, con tanto detalle, con dibujos, incluyendo recuerdos, a modo de evolución de esos cuadernos de navegación. Como muestra te puedes dar un paseo por este muro de Pinterest y disfrutar de algunos ejemplos (haz clic sobre la imagen):

También me encantan los más escorados al dibujo y pintura, sobre todo a la acuarela.

Con la llegada de Internet aparecieron esas páginas donde la gente escribía a modo de diario o sobre algún tema, de forma cronológica, y se abrió un amplio abanico de posibilidades comunicativas. Qué lindo fue que esas páginas recibieran el nombre de bitácoras, palabra que por otro lado me gusta a nivel sonoro más allá de su significado.

Pero no, hemos tenido que sucumbir a un nuevo anglicismo, blog, que tan mal suena en boca de algunos acentos del castellano. Yo también caí en sus redes, pero hoy me ha apetecido retomar la palabra bitácora en el título de este site (sitio, perdón), a pesar de que eso me pueda ocasionar perjuicios de posicionamiento o males derivados que, a estas alturas, me preocupan absolutamente nada.

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