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niño_movilTradicionalmenteActualmente, los dispositivos móviles han sido siguen siendo vistos como un elemento negativo en los procesos educativos. No obstante es un elemento que se ha incorporado completamente a la vida de nuestros adolescentes, a los que probablemente les motive mucho más recibir un SMS en clave que la mejor de las sesiones de clase que seamos capaces de ofrecerles como docentes.

En otra ocasión ya recogí por aquí algún uso experimental que hemos llevado a la práctica con los móviles tanto con adolescentes como en procesos de formación de adultos.

La agencia inglesa Learning and Shills Development Agency (LSDA), ha presentado los resultados de un proyecto de uso educativo de terminales móviles entre adolescentes con serios problemas de desmotivación hacia estudios, trabajo, etc.

La experiencia incluía desde la realización de test fáciles hasta trabajos de campo en los que los chavales debían tomar fotos de determinados emplazamientos y enviarlas hacia una Web específica. A su regreso debían trabajarse las instantáneas subidas a la Web mediante los dispositivos móviles. En la valoración de la experiencia podemos adivinar que el resultado ha sido positivo, sobre todo en la consideración que los móviles tienen como elemento motivador para alumnos y alumnas difíciles.

El gobierno danés también tiene un programa de impulso de estrategias educativas para el uso de móviles que incluye, por ejemplo, la toma de notas breves de clase que los alumnos envían a sus compañeros mediante SMS.

En la misma línea, Alejandro Valero (que mantiene un estupendo blog educativo) me envió hace poco la referencia de un Informe de las Universidades de Nottingham y Birmingham, llamado «Revisión de la literatura sobre móviles y enseñanza«. En éste se recogen las experiencias del Reino Unido y resto del mundo que hasta el momento se han adentrado en el uso de los móviles en la enseñanza. A pesar de ello se reconoce que estamos en los inicios y que los Sistemas Educativos tendrán que ponerse las pilas los próximos años en buscar modelos pedagógicos y estrategias para conseguir que, ese elemento tan introducido en nuestras vidas, pueda ser utilizado en procesos de intercambio, reflexión e, incluso, debate.

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