Google Maps Manía

mapsAunque muchos de vosotros no os hayáis percatado de ello, los avances que más nos sorprenden en torno a Internet son todos aquellos relacionados con lo micro: cuando es leído nuestro pequeño artículo, cuando nos topamos con el restaurante de la esquina, cuando a través de satélite vemos nuestra manzana o cuando encontramos los litros por metro cuadrado caídos ayer en mi pueblo (esto último suena a cachondeo dada la sequía que vivimos por estos lares).

Y esa es la razón del impacto que estamos viviendo en torno a Google Maps. En mi caso me hice eco de las primeras aplicaciones y utilidades que se estaban desarrollando en torno a esta herramienta googleana. Pero esta empresita de 300 dólares por acción, decidió liberar su API a programadores a cambio de reservarse el derecho de incluir publi en los mapas. Esto significa que un programador puede usar los mapas y fotos satélites de Google en beneficio de cualquier utilidad; por ejemplo, si mis conocimientos sobre javascript me lo permitieran, podría crear una página web que localizara sobre el mapa de cualquier ciudad los mejores sitios para irse de cañitas y tapas, creando así una ruta turística muy recomendable para nuestra materia gris aunque no demasiado para las células hepáticas.

Y claro, esto ha hecho que todo el mundo se haya puesto a localizar y focalizar sus propios elementos sobre los mapas de Google. Y por tanto yo no voy a poder manteneros informados de las nuevas utilidades que vayan apareciendo (que tienen un potencial educativo bestial), así que os recomiendo la visita de un blog que se ha especializado en ello (hijo!, aquí el que no corre, vuela): Google Maps Manía.

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