La eficacia del aprendizaje por proyectos

 

El aprender haciendo o por proyectos es algo difícil de poner en práctica, sobre todo cuando no se cree en ello y se sigue pensando que la memorización de contenidos o la repetición rutinaria son los medios más eficaces de aprender. Cuando un alumno construye o crea algo, no sólo está aprendiendo las cuestiones claves que se persiguen, sino que en el camino adquiere otra serie de conocimientos y capacidades que incluso no cabía esperar: búsqueda de información, procesamiento de datos, trabajo en equipo, redacción, síntesis, oralidad, etc. etc.


de Repoort en Flickr bajo CC

 

En cualquier caso, esta especie de aprendizaje por descubrimiento no debe ser algo completamente abierto y espontáneo cuando se integra en el sistema educativo; un niño descubre infinidad de cosas y aprende muchas cuando juega en la calle, si es que quedan niños que todavía jueguen en la calle! Pero ese es un bagaje lento que mejor no pretender controlar. Hay estudios recientes que han demostrado que la eficacia de la instrucción directa en los procesos de enseñanza es superior al aprendizaje por descubrimiento cuando estos se aplican de forma abierta.

Hay dos claves esenciales que justifican la implantación total del «learning by doing» en los sistemas educativos más avanzados: la aplicación estructurada de estas metodologías y la incorporación de las TIC como herramientas facilitadoras de la elaboración de productos.

Un reciente estudio le ha dado la vuelta a la tortilla completamente, demostrado la mayor eficiencia del aprendizaje por descubrimiento sobre la instrucción directa, siempre y cuando se implante de una forma programada, estructurada y contextualizada. En resumidas cuentas, si le damos al alumnado una propuesta de trabajo sin más, probablemente los resultados sean malos, pero si tenemos claros los objetivos a conseguir, acompañamos de la instrucción directa cuando sea necesario, definimos bien el producto, apuntamos las estrategias para conseguirlo, etc. entonces los resultados serán mucho mejores.

Es posible que los alumnos tengan dificultades en desplegar la creatividad necesaria, pero es que no nacen sabiendo! Fran Iglesias apuntó recientemente de forma muy clara las claves para conseguir enganchar a nuestros alumnos en el trabajo por proyectos: presentación de modelos, simulación previa y hoja de ruta.

No me cabe duda que el mejor trabajo en equipo que podríamos hacer los docentes es la creación de una base de datos de actividades/proyectos, a partir de objetivos curriculares, con tipologías de actividades asociadas a diferentes destrezas y con aplicaciones al estilo que propone Fran. Dicho así suena fatal pero no me cabe la duda que es algo extremadamente fácil.

4 comentarios en «La eficacia del aprendizaje por proyectos»

  1. Es que no hay otro camino si queremos, de verdad, que las ciencias sociales, y otras materias, se acerquen al alumnado. Hay que utilizar nuevas metodologías de trabajo y la web 2.0 para sacar la geografía y la historia del limbo teórico y tradicional en el que se mueven la gran mayoría de los docentes. Pero como siempre ¿sabemos hacerlo, estamos dispuestos a ese sacrificio metodológico? o es más cómodo con la dulce rutina y quejarnos de que el alumnado estudia muy poco.

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  2. La Didáctica de la Geografía está necesitando de proyectos innovadores que nos conduzcan hacía la «didáctica desarrolladora». El aprendizaje por proyectos es una alternativa pero no la única. La solución de problemas didáctico-cartográficos es otra alternativa. Me gustaría recibir opiniones al respecto.

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