Los tres componentes estratégicos de la innovación

En TODA innovación hay tres elementos presentes:

1. Un componente de mercado, se busca la proyección profesional de quien la practica, a veces por promoción y otras sencillamente por ganar más dinero, casi siempre asociado a la participación en formación de otros y a la prestación de servicios relacionados.

2. Una parte de enriquecimiento personal. De alguna manera, la innovación profesional, la participación en proyectos novedosos propicia una mejora personal a quien la practica; más que por el proyecto en sí por la interrelación que se produce con otros, que a veces cubre huecos y carencias que provienen de ámbitos mucho más personales.

3. El elemento esencial, relacionado con el servicio de mejora que pretende producir la innovación, lo que realmente justifica su existencia. Mejora que por otro lado debe ser medible o, cuando menos, muy palpable.

No te preocupes, no es crítica, la presencia de todos ellos en procesos innovadores es algo aceptable y ético. Eso sí, si la tercera de las patas no ocupa un mínimo del 60% del proceso y del esfuerzo, entonces estamos ante una muestra más de nuestro egocentrismo o egoísmo.

5 comentarios en «Los tres componentes estratégicos de la innovación»

  1. Claro, conciso y preciso, as usual, amigo.

    Vamos, lo que viene a ser, dar paseillos mirando al/en el aula, no al tendido!

    Hace un par de días. https://twitter.com/luismiglesias/status/430357644147433472 comparaba la Educación en Twitter, y en general en redes, con lo que nos cuentan de la mejora de la bolsa y otros elementos varios, pero que la mejora económica tardará en llegar al ciudadano medio, esto es, a la Economía Real.

    Seguimos…

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  2. Entiendo que cualquier proyecto profesional, sea innovador o no, idealmente implica una proyección, mejora y enriquecimiento en lo profesional, personal y/o social de quienes lo implementan y sobre quienes se aplica, bien sea personas u organizaciones.
    Quizá ahora sea suficiente con medir la mejora a lo largo, o al final, del proceso. ¿Es innovación? No si no se evalúa el impacto en las personas/organizaciones a medio y largo plazo, si no es transferible a otras situaciones y si no son generalizables los resultados, no.
    ¿El tercer elemento es esencial? Sí, por supuesto. Sin embargo ahora se puede desarrollar una extraordinaria estrategia de marketing en torno a un proyecto innovador inexistente y que esa actividad constituya el proyecto innovador en sí mismo, fantasma, por supuesto.

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