En esta tarea de bloguear, se aprenden muchas cosas, y en alguna ocasión he resaltado las virtudes de realizar este ejercicio reflexivo.
Además, es posible que tras escribir algo para intentar ayudar, como por ejemplo sobre cómo incrustar sonido en un blog, recibas un comentario de una profesora llamada Ana que te agradezca lo que has hecho, luego escriba ella un post en su blog «Voces Griegas» recomendando ese tipo de tarea a sus alumnos y venga alguno de ellos y lo haga en su blog colectivo «Secretos de Argos«…
…¿qué más se puede pedir?
Aníbal, me encanta aprender de Ana directamente y directa e indirectamente de ti.
Ana me tiene enganchadísimo a esto de los blogs (y entre nosotros, me tiene de probador oficial de muchas herramientas). Tan sólo quería derirte/-os que este alumno aventajado, a su vez, transmite vuestras enseñanzas a los suyos.
Gracias por estar ahí
¡Qué satisfacción tan grande, al hacer uno algo que le gusta, y que le hace bien a lod demás! Coincido con Chiti, hay que seguir escribiendo.
¿Qué más se puede pedir? ¡Qué sigas escribiendo, y con frecuencia!
De veras que me encantó la reflexión. ¿No tiene que ver eso que dices con el trabajo/aprendizaje colaborativo? Yo diría que sí, aunque no le pongas la etiqueta y lo dejes, simplemente, como «escribir».
Me gustó la reflexión, sí señor. Ojalá yo pueda contagiar a mis estudiantes con ese espíritu de colaborar, aprender juntos, para toda la vida… Eso.