Por donde voy pasando siempre comento que en la actualidad existen pocos recursos educativos en la Red y, sobre todo, se encuentran muy dispersos. Existen multitud de directorios y bases de datos que intentan clasificar recursos existentes, cada uno con sus propios criterios y formatos, lo que dificulta mucho su acceso.
Por ello creo muy necesario la existencia de repositorios (lo sé, sé que es un palabro, pero es lo que se usa ahora) lo más globales posibles que se sustenten mediante procedimientos siempre activos, que respondan a criterios de clasificación lo más estándar posible y que abarquen el mayor número de recursos internos y externos. Todo ello de cara a facilitar al profesorado del mundo de habla hispana el acceso a los buenos materiales que se pueden encontrar.
En noviembre de 2004 fui nombrado por la Sra. Dra. General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado de Andalucía, miembro del grupo de trabajo regional para la catalogación de recursos educativos digitales, y como tal asistí a la primera (¿y última reunión?) que se celebró el 3 de noviembre de 2004. Tengo que decir que asistí a la misma con no demasiadas expectativas, pero cuando nos sentamos y comenzamos a hablar se pusieron sobre la mesa cuestiones y debates que ne hicieron disfrutar de lo lindo:
1.- Se habló de especificaciones (IMS, SCORM, etc). Claro, lo primero de todo es buscar criterios de clasificación y ¿empaquetado? lo más estándar posible para que todos los repositorios puedan entenderse entre sí y compartir recursos.
2.- Se habló sobre Learning Objets. Claro, algún profesor puede necesitar una unidad didáctica completa sobre el agua, pero a otro le puede interesar solo una fotografía del planeta Marte.
3.- Se habló de indexación de contenidos. Claro, no todo el mundo tiene claro lo que busca por lo que las búsquedas libres deben ser efectivas.
4.- Se habló de gestión colaborativa. Claro, la gestión compartida de la información está justificadamente de moda.
5.- Se habló de software existente de repositorios. Claro, no íbamos a reinventar la rueda.
Y muchas cosas más.
Así que salí de allí como cochino en un charco, creyendo firmemente que se había planteado algo revolucionario, innovador y muy útil. Pero después de casi ocho meses nadie me ha vuelto a decir nada, ni sobre nueva reunión, ni sobre disolución de la comisión, ni sobre nada de nada.
Pero creo saber lo que ocurrió; los pies los vuelvo a poner sobre la tierra, sé que los profesores, coordinadores TIC y asesores de formación tenemos nuestras propias limitaciones y que a veces es mejor recurrir a las ilustradas universidades españolas que seguro harán mucho mejor las cosas.
Así que, como diría algún amiguete mío, me he cruzado por Internet con una información que demuestra que el tema del repositorio andaluz es asunto ahora de la Universidad de Málaga que seguro hará mucho mejor el trabajo que nosotros. De hecho ya ha visto la luz BarTIC y se ha publicado un estupendo cuestionario on-line con ejemplos de respuestas incluidos.
Seguimos atentos…
Hola Felipe.
La verdad es que no conozco demasiadas iniciativas como las que comentas.
Quizás haya algunos grupos trabajando en el seno de DIM y otros en el ministerio.
Suerte 😉
Estoy intentando encontrar alguna iniciativa que coordine el trabajo de profesores voluntarios para crear cursos virtuales estándar (para Lengua de 3º de la ESO, para Matemáticas de 2º de Bachillerato, etc.).
Si no lo encuentro estoy dispuesto a pinchar a todo el mundo para que colabore y a poner todo el trabajo necesario. ¿Conoces alguna inicativa por el estilo?.
El tema del repositorio global está completamente paralizado, pues el Ministerio y las comunidades a través de red.es ha iniciado un nuevo proyecto para el desarrollo de una nueva herramienta.
La historia interminable…
Pues sí… seguimos atentos y parece que nada se mueve o al menos no nos ha llegado.
Seguro que para el curso 06/07 estará en funcionamiento e integrado con Helvia y los Moodles que florecen.
Paco 🙂
Comparto tu opinión sobre la necesidad de repositorios de objetos de aprendizaje que sean facilmente indexables en base a aspectos psicopedagógicos, dicáctico-curriculares, técnico-estéticos y funcionales.
Si este tipo de repositorios permiten que los usuarios registrados suban sus propios objetos entonces la cuestión de la calidad de los mismos y la de sus metadatos asociados se convierte en uno de sus principales inconvenientes. La solución pasa por un control de calidad que puede llevarse a cabo por los propios usuarios siguiendo un sistema de valoraciones o puntuaciones. Precisamente ese sistema es el que quiero seguir en mi pequeño proyecto de repositorio.
Saludos y enhorabuena por tus iniciativas en la Web.