Es increíble el ascenso en el número de inmigrantes que conviven en nuestro país. Uno de los efectos que está produciendo esta nueva realidad es la nueva configuración multirracial de nuestras aulas; ello está haciendo que el oficio de profesor se vea incrementado con otro puntito de dificultad añadida.
Pero si nuestro trabajo se complica con este hecho, debemos pensar que mucho más difícil es esta situación para los niños inmigrantes. Han salido de su contexto social de forma brusca, se han desprendido de la mayor parte de sus familias, no volverán a ver a sus amigos, vienen a un país desconocido en el que se habla de una forma totalmente incomprensible para ellos…
…sí, es posible que en unos años estén integrados, con nuevos amigos, sin barreras lingüísticas, con vivienda digna, televisión por cada 10 metros cuadrados, ADSL, etc.
Pero mientras tanto a ver si ponemos todos de nuestra parte (Administración sobre todo) para que la transición de sus vidas no sea demasiado traumática. Yo, por ejemplo, voy a comprar un juego de rotuladores Crayola Multirraciales, para que los chavales que poseen un color de piel diferente al nuestro junto a los oriundos, no tengan que pintar barbies inmaculadas o princesitas descafeinadas.
Si es que cada día confio menos en macroproyectos de despacho que pretenden grandes logros y me fío más de las cosas más diminutas.
Lo estoy pensando mejor,
Y si le regalamos a la Ministra de Educación un kit de maquillaje para que se pinte la cara cuando vaya hablar de estos temas en, por ejemplo, en el Parlamento, etc.
Una iniciativa interesante Aníbal, por fin alguien piensa en estos chavales en ellos y no en el «»»incordio»»» que suponen en las clases.
Saludos cordiales
Yo también me sumo a la iniciativa. ¡Cómo negarse!
Buena idea Aníbal y mejor aún la actitud para abordar un problema que no resulta nada fácil resolver en el aula.