Hace un ratito he estado viendo el programa «España Directo«, un sucedáneo del más antiguo y mucho mejor «Andalucía Directo«. En cualquier caso me encantan los dos; me alegra la tarde ver cosas e historias de personas normales en localidades normales; estoy totalmente aburrido de que me cuenten cosas o sucesos extraordinarios, amores imposibles o alcaldes choriceros. Estoy cansado ya hasta de los documentales de naturaleza.
Sólo disfruto cuando me enseñan situaciones o costumbres cotidianas de lugares o culturas distintos de los míos; es infinitamente mucho más gratificante para mí ver cómo una abuela de pueblo seca un pimiento choricero, que tener constancia de lo choricero que es el alcalde de la misma localidad. Por cierto algunos blogs se están convirtiendo también en verdaderos expertos en explicarnos cosas como «aliñar aceitunas» o «fabricar jabón»; y reconozco que son de los pocos post que leo en su totalidad.
A lo que iba: en el España Directo de hoy han contado cómo en Canarias (no me enteré, supongo que en la Gomera), los alumnos de ciertos colegios reciben clases para evitar que se pierda la maravillosa tradición de comunicarse mediante el «silbo gomero«. Terrenos escarpados con pastores y leñadores dispersos (a veces con guardias pisándoles los talones), han generado una curiosa forma de comunicación mediante silbidos, que consigue traducir cualquier mensaje a transmitir. Incluso parece ser que el procesamiento que el cerebro hace de los silbidos es igual al del lenguaje hablado. A ver si lo entiendes:
En cualquier caso, me ha parecido fascinante no tanto el silbo canario (que ya lo conocía) sino la idea de que los chavales sean capaces de comunicarse por métodos diferentes al de golpear con el dedo gordo un teclado de teléfono móvil. Enhorabuena!