En la primera mitad del siglo XX, matemáticos como Poincaré Y Lorenz desarrollaron lo que se llama la teoría del caos. Básicamente, viene a decirnos que en algunos sistemas pequeñísimos cambios pueden producir resultados muy diferentes.
El ejemplo más usado en relación con esto es el conocido como “efecto mariposa”. Se dice que el aleteo de una mariposa podría llegar a provocar un huracán en otra parte del planeta por una reacción en cadena.
Es difícil imaginar que algo así pudiera ocurrir, pero quién nos iba a decir a principio del año 2020 que sin existir motivo alguno, y sin mariposa culpable, el papel higiénico iba a desaparecer de las estanterías de los supermercados. En aquel momento bastaron un par de alarmantes noticias para que la población se tirara en plancha sobre los rollos de celulosa.
El 23 de marzo de 2021, uno de los mayores barcos del mundo, el Ever Given, encalló en el canal de Suez durante 6 días alterando completamente el tráfico marítimo mundial. Ese sencillo accidente paralizó en cierto modo el mundo congelando 10000 millones de dólares diarios de comercio.
Estos días, el capricho bélico de Putin sobre una región europea está haciendo tambalear la economía mundial. Ya sabéis, la energía por las nubes y los precios del resto de cosas más arriba aún.
Pues sí amigos, la teoría del caos nos toca de forma directa, la globalización del planeta es mucho más vulnerable de lo que pensábamos. Nos toca pensar en modo local, tenemos que ser lo más autosuficientes posible.
Para esto, quizás sea buen comienzo comprar en negocios locales por sistema, mimar nuestra agricultura como si fuera una hija e intentar autoabastecernos de energía cada vez más.
¡¡¡ Me temo que no hay otra!!! Salud para todos!!!
Texto de mi colaboración con el espacio de reflexión de Radio Palma Cadena Ser – Emitido 3/10/2022