Comunidades Digitalmente Competentes

Es el título del artículo que me han publicado en la Revista Magisterio. No se encuentra en la versión Web, por lo que aquí la tenéis en PDF y aquí:

El tratamiento de la información y la competencia digital ya es un objetivo marcado dentro de los aprendizajes de nuestros menores. Pero la propia configuración social actual, no sólo demanda alumnas y alumnos digitalmente competentes, sino que necesita de profesorado, administraciones educativas y familias también más preparados.

Alumnado

Un reciente informe de Pew Internet nos desvela unas interesantes conclusiones sobre la relación existente entre la generación M actual (móvil, multitarea, multimedia,…), el nivel de acceso a entornos digitales de comunicación y su capacidad productiva en contextos educativos analógicos.

En los últimos tiempos, los medios de comunicación se han encargado de apuntalar permanentemente el lado oscuro de la Red con sus terribles peligros para nuestros menores; también los docentes nos hemos refugiado en ocasiones en el lado negativo de los nuevos medios en los que se mueven nuestras alumnas y alumnos, haciendo prevalecer la influencia negativa que los nuevos lenguajes crípticos o la superconectividad ejercen en su desarrollo cultural y hasta cognitivo.

Y me alegra que informes como el citado comiencen a derrumbar algunos tópicos que tenemos que ir superando; la presencia de nuestros menores en las actuales redes sociales y el uso intensivo de medios digitales de comunicación no los hace ser seres más aislados del mundo; todo lo contrario, su nivel de sociabilidad crece en ámbitos fuera de las redes digitales cuando tienen una intensa vida en Red. Parece ser que existe también una fuerte correlación en adolescentes, entre su vinculación a la escritura en blogs y su capacidad productiva en actividades escolares tradicionales; sólo quedaría por aclarar si fue antes la gallina o el huevo.

Sí es cierto que el acceso de nuestros menores pocas veces va más allá de su entorno comunicativo más inmediato; la tecnología en general e Internet en particular son para ellos un medio comunicativo, donde a través de SMS, Messenger o alguna red social como Tuenti o metroFLOG, pueden estar conectados permanentemente con sus amigos más conocidos y, por qué no, desconocidos. Así, la sociedad en general, el sistema educativo y las familias deben esforzarse en abrirles otros usos, en demostrarles que detrás de cada clic de ratón pueden encontrar no sólo la mayoría de las fuentes de conocimiento, sino multitud de generosos rincones llenos de belleza y creatividad.

Profesorado

Acabamos de entrar en la era (¿época? ¿década? ¿corriente?) de las competencias básicas para los alumnos y de la que no nos escapamos los docentes; en concreto, ya existen desarrollos estandarizados que concretan las competencias profesionales en el uso de TIC para docentes; por cierto, mejor no prestar demasiada atención a este tipo de documentos, en primer lugar por que suelen ser demasiado ambiciosos y pueden producir un sentimiento de frustración en el profesorado. La segunda razón puede ser que la concreción de ese tipo de destrezas profesionales en TIC tan amplias y numerosas puede terminar en desarrollar procesos formativos que degeneren en cuestiones meramente técnicas, dejando de un lado lo que tanto se echa de menos: los aspectos metodológicos.

Por ejemplo, proliferan las actividades formativas que instruyen a las profesoras y profesores en el uso de los blogs; y no, no voy a repetir que la mayoría de ellas adolece de un análisis crítico sobre las posibilidades reales que tienen a la hora de mejorar los procesos de aprendizaje de los alumnos, o de la elaboración de un proyecto real de trabajo con alumnos que sea revisado y evaluado tras su finalización. No voy a repetir eso, ahora sólo voy a preguntar la razón que hace inexistente proceso formativo alguno en torno al procesador de textos tradicional o en sus versiones 2.0 actuales, como los Google docs. Todo el personal maneja ya hoy en día más o menos un procesador de textos, luego sería inmediato pasar al desarrollo de procedimientos de trabajo para nuestros alumnos apoyados en el mismo, gastar las energías en la búsqueda de información, en la forma de presentarla, en el modo en el que se distribuye las tareas el grupo o en qué aspectos vamos a evaluar y cómo se los vamos a dar a conocer a nuestro alumnado. Pero no, es más fácil emplear nuestras 10 horas formativas en saber cómo se gestiona un wiki; es lo fácil, al menos mientras no llegue alguien que nos diga que se han quedado desfasados, que lo que ahora tiene más potencial educativo es determinado nuevo descubrimiento 3.0.

Los docentes en general nos sentimos bastante incómodos ante alguna de estas realidades; seguimos pensando que Internet es un medio hostil para el que nuestros alumnos están muchísimo mejor preparados que nosotros y en demasiadas ocasiones creemos que es muy poco lo que tenemos que aportar. Sin embargo, creo que nunca jamás hemos tenido ocasión de aportar más a una realidad social tan incipiente pero tan extensiva e intensa al mismo tiempo; nunca jamás ha hecho tanta falta elevar el grado de humanización de los procesos sociales y comenzar a pensar en echar un cable en construir en el futuro una ciudadanía digital mínimamente respetuosa con el resto de internautas, solidaria en la medida de lo posible, reconocedora de la autoría de los contenidos y, sobre todo, extremadamente generosa con los contenidos propios.

Las actuales competencias básicas alejan en buena medida las aulas de los procesos rutinarios a los que estamos acostumbrados; el refuerzo actual de la creatividad en el desarrollo de determinadas habilidades debe hacer evolucionar las prácticas docentes hacia un aprender haciendo. Y desde luego, el nuevo panorama que se encuentra frente a nosotros con las herramientas TIC actuales hacen más fácil poder poner a crear a nuestros alumnos y alumnas.

Administraciones educativas

Sí, la aplicación del concepto “competencia” no termina en el ámbito del profesorado y alumnado; las administraciones educativas también se tienen que regir por criterios de competencia en cuestiones relacionadas con las TIC en educación.

En lo referente a recursos, es cierto que existen Centros muy bien dotados para el desarrollo de proyectos de integración de TIC y se están emprendiendo muchas iniciativas para conseguir contar con recursos educativos digitales de calidad, pero también quedan muchos grupos de profesores y Centros donde todavía no pueden emprender cambios metodológicos apoyados por ejemplo en Internet, al no contar con equipamiento mínimo o con una conexión mínimamente digna del siglo en el que nos encontramos. No basta con manejar cifras globales de inversión en equipamiento, hay que estar muy atentos para detectar necesidades concretas asociadas a proyectos incipientes y tener sensibilidad para reconocer que el mundo tecnológico tiene mucho de positivo, habiendo pasado a ser un derecho social por encima de una opción.

Un modelo educativo como el español se ve enriquecido por las competencias de las diferentes Comunidades Autónomas; esto es algo de lo que estamos ya convencidos, pero a veces se desperdician muchos esfuerzos y recursos reinventándose la rueda una y otra vez. ¿Es lógico que los Centros de una localidad dispongan de un ordenador por cada dos alumnos y los de una localidad a 5 Km dispongan de un par de PDI sin más? ¿Tan diferentes son las realidades educativas de ambas poblaciones a pesar de encontrarse en Comunidades distintas? ¿Realmente el profesorado tiene un proyecto de trabajo que ha sido la causa del equipamiento? ¿Reciben las Comunidades Autónomas asesoramiento de calidad en el diseño de los diferentes modelos de equipamiento de los Centros?

Padres y madres

No podemos exigir a las madres y padres españoles, ni siquiera pretender, que sean digitalmente competentes, ni podemos esperar que tengan contacto con las nuevas formas de transmisión de conocimiento, ni que tengan que saber lo que es el Messenger incluso tratándose de familias que cuenten con recursos económicos para disponer de conexión en casa.

Pero sí sería muy deseable que tuvieran muy clara que la ineficacia de los filtros de contenidos y la supercolectividad existente (casas de amigos, cibers, etc.) les obliga a acompañar en la medida de lo posible a sus hijos a través de la Red: el acceso a Internet de los menores no tiene por qué ser algo inherente a su intimidad, de la misma forma que sus primeros años de contacto con la calle requieren de nuestra supervisión constante; en Internet hay calles muy malas, pero la mayoría nos llevan a buenos destinos. Por todo ello, las madres y padres debemos ser conscientes de que la privación sistemática sólo mantiene nuestras conciencias tranquilas, pero que el acompañarles y educarles debe ser el principal objetivo en el uso de ordenadores en casa, más allá de lo tranquilo que nos dejan cuando se encierran en sus cuartos a chatear.

3 comentarios en «Comunidades Digitalmente Competentes»

  1. Las pizarras digitales interactivas (PDI) de PLANNING SISPLAMO permiten multitud de funciones adicionales que mediante una pizarra convencional es imposible hacer, ofreciendo la máxima interactividad con los usuarios en aulas, salas de reunión, presentaciones, exposiciones, etc. Dependiendo de cada necesidad, están disponibles la pizarra digital interactiva FOCUS-PS y el dispositivo interactivo portátil MIMIO-PS.

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