Defunción Resurrección Siesta Asesinato Hibernación Blogs

Comencé la serie con un «Blogs son blogs, nada, de ahí su éxito» procurando matar un poquito a los blogs como formato, intentando dejar buena cuenta de lo importante que es tener cosas que decir. Animado por alguna otra cosa leída al respecto, aterricé en el ámbito educativo dando pistas de cómo optimizar el uso de los blogs, analizando los errores más frecuentes a la hora de usarlos.

A ver, no es una manía mía este síndrome homicida, se lleva tiempo hablando por ahí del tema y la verdad es que tampoco me importa tanto la cuestión, pero me entretiene como a otros le entretiene fabricar maquetas. Algunos apuntes recientes:

Hernán Casciari nos relata con maestría que «los bloggers muertos no van al cielo»; no me gusta, sin embargo, su visión algo elitista de los mismos, asociando su éxito en exceso a altos niveles periodísticos o literarios, al talento. En cualquier caso, un placer escucharle:

J.L. Orihuela piensa que no hay defunción, que los blogs están vivos porque han sabido evolucionar, aunque en el artículo no termino yo de ver la evolución; efectivamente hay cambios de tendencia en su número, en su penetración, hay nuevas herramientas sociales y muchas alternativas, pero no alcanzo a encontrar dónde se encuentra esa adaptación, de la misma forma que tampoco termino yo de ver lo de «la conversación».

Por último, y ya que se había metido en esta «conversación» (je!), José Mª ha recopilado en formato libro, PDF gratis en bubok, todas sus opiniones de estos años sobre los blogs, en bastantes casos con sesgo educativo.
 

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