Dona sangre – regala vida

En 1999 doné un par de veces sangre y dejé de hacerlo porque pillé una pequeña enfermedad que me impidió seguir; después no eché cuenta y hoy he vuelto a hacerlo. Mi pueblo tiene fama de ser bastante solidario con este tema y pasa frecuentemente por aquí una unidad itinerante de donantes.

sangre rosa

Sinceramente pienso que se trata de un acto solidario de una valía impresionante y casi «impropio» de la sociedad en la que vivimos; ver una amplia sala con más de diez camillas todas ocupadas con un chaval mandando SMS, una señora de no menos de 50 años, un conocido empresario local, dos amigas enchufadas a la máquina de plasma, un joven farmaceutico, un joven restaurador metido a agricultor, un municipal con un hijo disminuido esperándole en la puerta, etc. etc., cada uno a lo suyo, con su anónima bolsa de sangre colgada del brazo y sin mayores pretensiones que la de ayudar a que alguien salve su vida (aunque no sé yo si se podría tener mayor pretensión que esa).

Me considero muy egoísta por no haber aparecido por allí en estos años; a partir de ahora no pienso fallar y a mis alumnos intentaré ir preparándoles el cuerpo la mente para que cuando cumplan los 18…

Por cierto, mañana llamo para hacerme donante de médula; según me ha contado la médica, tan sólo te hacen un análisis de sangre inicial para entrar en el banco de donantes. Y si algún día tu médula puede salvar la vida de alguna persona te piden de nuevo permiso para dormirte un ratito y pincharte un poquito en los huesos de la cadera; a ver quien dice que no a esa directa posibilidad de sacar a flote a alguien.

Deja un comentario