La administración ante el libro de texto digital

Desde hace años los libros de textos vienen acompañados de CD con material «digital»; ahora parece que la tónica será ir disminuyendo la carga papel (PDF) en beneficio de la parte digital (CD-DVD). No se puede establecer la línea de separación, midiendo el peso de lo digital, para que un libro de texto pase a ser considerado digital. Un libro de texto es sencillamente un material completamente cerrado, que debe quedar perfectamente registrado en, al menos, tres sitios: depósito legal, ISBN y los absurdos registros de libros de textos autorizados de las comunidades.

Por supuesto que la «carta a los editores de libros de texto» de mi admirado Jordi pone el dedo en la llaga de forma razonada y contundente, nada que objetar.  Sólo quizás ampliar su razonamiento: las empresas editoriales son eso, empresas y puede resultar lógico además de ético que pretendan buscar nuevos modos de negocio en torno al mundo educativo. Ahora bien, lo que no es lógico, ni ético, es el perverso posicionamiento de las administraciones educativas en este tema:

1.- El fuerte apoyo de las administraciones educativas a estos nuevos modelos de negocio que describe Jordi no responde a criterios educativos, pedagógicos o didácticos. Sólo busca un abaratamiento de los programas de gratuidad de libros de texto; es responsabilidad de la administración gestionar y optimizar recursos económicos pero entonces que no se venda la educación como servicio público prioritario.

2.- Las administraciones educativas se empeñan en hacernos creer que se han convertido en mecenas ideológicos de las editoriales; dicen que están orientando a las mismas para el desarrollo de nuevos productos que hasta nos comprometemos a experimentar en el aula. Vamos, que las editoriales andan cerrando todos sus departamentos de I+D+I pues los sistemas educativos públicos nos estamos convirtiendo a ello.

3.- Los registros oficiales de libros de textos han sido y son un engaño; jamás se ha contrastado de forma rigurosa o seria un material presentado por una editorial con los curriculums oficiales existentes y con las recomendaciones metodológicas del momento. Si así fuera habría propuestas de mejora o rechazos contabilizados por miles y no creo que exista ni uno sólo. Las propuestas didácticas de las editoriales han evolucionado muy poco en los últimos lustros y esos registros han sido cómplices de ello.

4.- Un material didáctico digital que se precie de manera mínima debe contar con infinidad de investigaciones, recursos, actividades y contenidos existentes en la Red. Por tanto, un material didáctico digital nunca puede ser integrado en ninguna clase de registro oficial pues tendría que estar en permanente actualización y revisión. La única responsabilidad de revisión de la adecuación de un material recae de forma exclusiva en el docente; es el único filtro real sobre la idoneidad de un material pues es su uso el que determinará la consecución de objetivos.

5.- Pero la principal perversión de este entramado es el enterramiento de las propuestas y materiales desarrollados por el profesorado. La administración educativa debería apostar porque materiales abiertos producidos por el profesorado puedan convivir en igualdad de condiciones con el de las editoriales. El verdadero gol que éstas le cuelan a las administraciones es precisamente ese, el eliminar «la competencia» proviniente del profesorado. Ese tipo de servidores donde las editoriales servirán objetos «autorizados» más pequeños a precios reducidos, pagados con dinero público, es un proteccionismo empresarial que roza lo ilegal; sobre su operatividad habrá que ver el comienzo de curso en Cataluña, por ejemplo.

6.- La administración educativa piensa sólo en <mode> libro de texto </mode> y, por tanto, con respecto al trabajo del profesorado en esta línea, sólo reconoce valor en producciones de materiales cerrados que jamás podrán competir con las producciones profesionales de las editoriales. Y mientras que eso siga siendo así, la labor del alumnado pasará sólo por memorizar contenidos, hacer un par de ejercicios y enfrentarse a un examen.

Llegará el día, iluso de mí, en el que las propuestas didácticas abiertas, los proyectos de trabajo, las secuencias de aplicación de actividades, la investigación, etc. sean el verdadero eje de los procesos educativos. Sectores muy minoritarios del profesorado ya trabajan en esa línea y nadie está analizando con profundidad lo que ocurre en esas aulas, nadie está incentivando esas iniciativas, nadie se preocupa de extraer modelos generalizables, nadie inserta estas propuestas entre la malla tejida en torno a los libros de textos «oficiales»…

… así nos va!

Post relacionados

Carta a los editores de libros de texto por Jordi Adell

Les línies de l’eduCAT1×1 por Irene Pelegrí

Libros de texto y materiales digitales ¿Intereses comerciales o innovación educativa? por Manuel Area

Llibres de text, materials d’estudi i altres herbes remeieres por Joan Queralt

Las cosas se mueven en Andalucía por El País

23 comentarios en «La administración ante el libro de texto digital»

  1. Los que pensamos que el libro de texto está más obsoleto que Antonio Machín lo tenemos crudo: la inmensa mayoría de los profes no quieren ni oir hablar de prescindir de ellos. Habría que prohibirlos directamente para que la peña se ponga a trabajar, no para elaborar materiales propios pero cerrados , sino para cambiar la metodología que se usa dentro y fuera del aula. Y digo fuera porque con Internet no todo se acaba cuando suena el timbre. Libro de texto, en digital o en papel, qué más da?
    #librodetesto en twitter

    Responder
  2. Y que sería un formato de libro digital aceptable para ti? ¿Hay propuestas? ¿Podemos crear una comunidad, un foro, un grupo donde aquellos con inquietudes y ganas de generar un cambio positivo podamos interactuar? ¿Hay que crearlo? Yo me ofrezco… pero hace falta más acción positiva y enérgica y menos palabras a veces… no creeis?

    Responder
  3. Hola de nuevo yo creo que es un error el pensar en formato libro de toda la vida para trasladarlo a lo digital, los libros de texto digitales creo que deberían ser otra cosa, que nos permitiera a alumnos y profesores trabajar de otra manera,al menos esa es mi opinión.
    Gracias por escucharme

    Responder
  4. ¡Qué pena!… Me quedé ilusionada cuando os oí a ti y a Isabel Perez en la Webvolución de la Caixa en Alcobendas, flipaba con el proyecto tan tan bueno, real, creativo y liberador de lastres comerciales para los chavales, nosotros y demás.. y es cierto,Isabel, los sectores «repanchingados» que no saben ni les interesa aprender y ponerse a hacer una programación «ad hoc».. seguirán sin inmutarse…

    Lástima,pero habéis puesto un escalón hacia adelante..

    Responder
  5. No puedo estar más de acuerdo con todos. Yo estoy segura de que detrás de todo esto están las editoriales. Deben de andar felices, con la «tirada por la borda» del plan TIC y el hachazo que le han dado al programa bilingüe. ¿Para qué hemos pregonado tanto una metodología distinta, el currículo integrado, la creación de materiales acordes con todo eso, etc?
    Al final, libros digitales, con actividades, claro, interactivos, etc. No sé si me convencerán alguna vez, pero por ahora esto me huele a más de lo mismo. Soluciones fáciles para profesores que nuncan van a ponerse a hacer una «verdadera» programación de aula. Y no es que sea totalmente antilibros digitales, pero es que alguien tiene que hacer la contra a todo este derroche de gasto y a este pregonar «nueva metodología», currículo integrado, proyectos en colaboración, etc. para luego salir con estas, tirando y enterrando planes y ofreciendo a las editoriales la experimentación de libros digitales.

    Responder
  6. Muchísimas gracias, Anibal, por decir lo que piensas. A pesar de la trascendencia pedagógica y política que tiene lo que dices, todavía es más valioso para mí que dejemos de callarnos.

    Los libros de texto son una escusa para trabajar poco o nada. Y nada más. Si todo el material para provocar aprendizaje que un profe pone hoy en día ante un joven es un libro de texto …

    Y un poco más allá de la afirmación del maestro Jordi sobre la alegría de las editoriales con lo que está pasando, me pregunto si no serán ellas las que estén provocando lo que está pasando.

    Salud. Seguimos. Lo que más me gustó de la conferencia de Punset del otro día: «No te pares, no te pares, muévete.» A la orden.

    Responder
  7. Efectivamente: la administración juega al despiste con los «materiales» (digamoslo así, desde la metáfora «conducto-sustancia» que no hizo ver Jordi Vivancos el otro día). Pero lo peor, y lo estamos comprobando cada día, es que lo hace porque no tienen ni idea. Ni idea de didáctica y ni idea de TIC. Así de claro. En algunos sitios (Catalunya, por ejemplo) solo les preocupa crear mercados nuevos y no cagarla cuando empiece el curso que viene. En otros sitios (Andalucía) creo que van a tirar por la borda lo hecho hasta ahora eliminando de facto a los coordinadores TIC (podrían ahorrar más eliminando los libros de texto 🙂 ).

    Los editores de libros deben estar muy contentos con lo que está ocurriendo 🙁

    Responder
  8. Efectivamente Javier! Y es muchísimo peor, el modelo sigue siendo el mismo, el alumnado tiene que seguir haciendo lo mismo solo que ahora tendrá que destrozarse la vista empoyando delante de un monitor muy pequeño 🙁

    Responder
  9. Que feliz me hace que otros (sobretodo los profesionales de la educación) compartan mi opinión sobre el tema el libro de texto no es suficiente y según la materia no es imprescindible, los cuadernos a «rellenar» por los alumnos son obsoletos y puro negocio… nuestra realidad es mucho más rica, cooperativa y creativa.

    Responder
  10. Domingo, tal y como se considera ahora, para mi no hay ninguna diferencia entre libro de texto y libro de texto digital; opino como tú y eso intentaba explicar en la primera parte del post.
    Gracias a ti, Daniel, por abrir otras vías con el alumnado; pero hay que buscar fórmulas para que lo que estáis haciendo muchos de vosotros llegue al resto, a los que no son capaces de ver más allá del libro de texto.
    Efectivamente, Juanma, muy ilusionante esas propuestas alternativas 😉

    Responder
  11. En mi centro, que es el de @jrfern, intentamos trabajar en el Departamento de Inglés sin libro de texto. Este año, lo hemos hecho en algunas clases. El año qe viene, se tiene la intención de que desaparezca por completo en nuestra materia en 1ºESO y así, sucesivamente. El cambio es ilusionante: investigación, cooperación, tareas que conecten con la realidad, etc. Enhorabuena, Anibal.

    Responder
  12. Aníbal, Daniel, estas últimas noticias bajan el ánimo al más pintao aunque yo seguiré como dije trabajando por mi alumnado con aquellas estrategias que les permitan constuir unos aprendizajes más abiertos.
    Antes de comenzar las vacaciones vino uno de los comerciales de una de las editoriales más conocidas al centro a mostrarme lo que él llamaba «algo muy nuevo» «los libros digitales». Cual fue mi sorpresa que lo que vi fue un archivo en flash en el que se visualizaba el libro de texto en pdf, ah si, en algunas unidades venía algún vídeo. ¿Lo mismo? no, no,¡IDÉNTICO!.
    Si esto es lo que las editoriales entienden por libro digital, como decía Aníbal, mal vamos.

    Saludos

    Responder
  13. A vueltas con el mismo tema. El libro de texto está obsoleto. Tuvo su función en un periodo de tiempo determinado. Hay que buscarse líneas de trabajo en el aula que lo sobrepasen. Casi cualquier manera de trabajar en el aula prescidiendo de él nos llevará a resultados más gratificantes para el alumnaod y para nosotros mismos. Yo lo tengo comprobado: no trabajo con el libro de tetxo y me va de maravilla.
    Y, Javier, que los árboles no te dejen ver el bosque. Los políticos que nos rodean desgraciadamente no nos sirven. Así que sin desilusiones: invéntate otra manera de trabajar. Ya lo hablamos en Guadix.
    Gracias, Anibal por el artículo.
    Salud

    Responder
  14. Todavía no tengo claro que es un libro de texto digital, no he visto ninguno, porque poner un libro de texto en la red no lo hace digital. Si tengo que elegir entre un libro en papel y el mismo en la red me quedo con el de papel.
    Creo que es un error el pensar en formato libro de toda la vida para trasladarlo a lo digital, los libros de texto digitales creo que deberían ser otra cosa, que nos permitiera a alumnos y profesores trabajar de otra manera, mas colaborativo, más activa, que nos permitiera mas creatividad…, para hacer los mismo de de siempre me quedo con el de papel hasta que no vea alguno digital, pero ya digo de momento no he visto.

    Responder
  15. Están apareciendo demasiados «enanos» en la puesta en marcha de la Escuela 2.0, entre ellos el de los libros digitales. El proyecto Escuela 2.0, por mucho que algunos creamos en ello, está sacando su verdadera cara a la superficie. Una cara más relacionada con intereses económicos, que con los intereses reales del alumnado.

    Escuela 2.0 «Requiescat in pace»

    Responder
  16. Este modelo editorial seguirá existiendo mientras haya profesoado que lo demande, y así es actualmente. Un elevadísimo porcentaje del profesorado rechaza actividades abiertas, propuestas de trabajo, investigación, etc. pues lo que desea es tener una guía de trabajo bien dirigida y cerrada.
    Las editoriales y la administración lo saben.
    Las primeras actúan en función de las leyes de oferta-demanda (lógico, pues son empresas) y las administraciones también quieren recursos cerrados y dirigidos, como la mayoría del profesorado.

    Así que no confío en ningún cambio por parte de las editoriales ni de la administración.

    Quienes queramos otra cosa hagámosla, publiquemos, compartamos en internet, difundamos, y hagamos crecer otro tipo de dinámicas. Internet lo permite.

    Responder
  17. No Javier, no te puedes desilusionar; quizás puedas perder un poco de esperanza en el panorama general pero ese «trabajando por mi alumnado» es lo único que te debe preocupar y seguir ilusionando 😉

    Responder
  18. Jordi empezó hincando y tú le has metio to el estoque ¡Ole!. Gran artículo poniendo encima de la mesa la realidad sobre los libros de texto y las editoriales.
    Este próximo curso tenía pensando modificar toda mi programación, involucrar a mi alumnado en nuevas vias de aprendizaje, fomentar el trabajo colaborativo, cambiar la metodología hacia un aprendizaje más abierto, dejar el libro de texto.
    Entre la lucha encarnizada con las editoriales y los recortes que vamos a sufrir (coordinadores TIC) me estoy desilusionando y pienso que no solo yo, muchos están en la misma situación. Seguiré en mi «islaTIC» trabajando por mi alumnado y lanzando «sondasTIC» intentando con ello mejorar las competencias de mis alumnos. El libro de texto va a ocupar un lugar junto al diccionario o al atlas en la estantería de clase como material de ayuda, de consulta, punto pelota.
    Saludos cordiales

    Responder

Responder a Fernando GarcíaCancelar respuesta