El CSI llega a los Institutos

El filtro antispam de gmail es casi perfecto; muy pocos son los anuncios publicitarios que logran colarse en mi bandeja de entrada, desde que gestiono todas mis cuentas desde el correo de gmail.

Hoy se me ha colado una publi que me ha resultado bastante curiosa que os contaré a pesar de hacerles publicidad gratuita:

csi

«Mystery of Lyle & Louise» es un material didáctico sobre medicina y ciencia forense para ser usados en Institutos, de manera interdisciplinar (biología, química, matemáticas, física y derecho).

El material presenta varios sucesos de gravedad que se desarrollan en una población rural y que van desde un extraño accidente de tráfico hasta asesinatos. A los alumnos se les proporcionan materiales de laboratorio que se pueden adquirir en módulos por separado o el kit completo, y que tienen por objetivo la resolución de los casos presentados.

Los módulos disponibles son análisis de ADN, análisis de picaduras, falsificación de documentos, manchas de sangre, análisis de cabellos y fibras, entomología forense (vamos!, los bichitos de los cadáveres).

Según parece, todos los módulos, y el kit completo, llevan el correpondiente soporte divulgativo y se encuentran enlazados con los desarrollos curriculares implicados.

Supongo que el material no se comercializará por aquí en castellano (800 $ el kit completo) y que vuestras opiniones sobre el mismo serán muy contrapuestas; pensé escribir esto con un tono agrio-irónico habitual en ocasiones por aquí, pero si os soy sincero, en el fondo me ha encantado la idea. Supongo que es un material que les puedes ser significativo a los chavales por la innumerables series de investigación criminal existentes y que se tragan incondicionalmente, seguro que promueve el trabajo en equipo, su carácter científico es indiscutible, la interdisciplinariedad inevitable, etc.

5 comentarios en «El CSI llega a los Institutos»

  1. Lo que sí es verdad, es que, a parte del dudoso gusto del kit, o de lo apropiado o no del susodicho, supongo que lo que está de fondo en todo esto es lo del aprendizaje por descubrimiento, el hacer contenidos en vez de asimilarlos sin más, etc… En pocas palabras: los grupos de enriquecimiento educativo.

    Yo he llevado a cabo algunas experiencias en este sentido (no haciendo auptosias a fiambres ni cosas por el estilo) y han sido altamente provechosas para los alumnos. Sería ideal basar nuestro esmirriado sistema educativo sobre la base del enriquecimiento educativo.

    Básicamente, los grupos de enriquecimiento están formados por alumnos (o agrupamientos de alumnos) a quienes se les presenta una cuestión o problemática que tienen que resolver mediante una serie de tareas secuenciadas y con una serie de recursos a su disposición. El fin último de la experiencia es elaborar un producto final de forma colectiva que solucione la cuestión o problema inicial. Mis experiencias han estado más en el plano artístico, pero sé de experiencias de convertir una clase en geólogos y catalogar piedras que, previamente, el maestro ha regado por el patio del colegio… los alumnos aprenden mucho mejor el tema de los minerales de Conocimiento del Medio que si se diera directamente del libro.

    La gran pregunta es: ¿ puede un maestro plantear una programación desde esta metodología, sobre la base del actual sistema educativo, sin hacer uso de cientos de horas extraescolares y sin quitarle tiempo a su propia familia ?… (espero que nadie me cuente lo de la satisfacción personal, porque eso ya me lo sé).

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  2. Y que conste que a pesar de todo se lo que hay:

    Un martes mañana sacamos un capítulo de CSI y lo vemos en clase, y cuando ponemos encima de la mesa el pack de trabajo, seguro que dicen:

    «Maestrooooo! y con esto qué es lo que hay que hacé» ¿Por qué no vemos otro capítulo, que esto es un royo?

    😀

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  3. Estoy contigo en lo que dices Anibal. Hay que buscar en los intereses de los chavales. De hecho yo lo hago para diseñar muchas de mis clases. Lo que pasa es que fastidia bastante que a un chico ahora mismo le atraiga más hacer una prospección en el patio de su instituto para sacar un «cadáver» y hacerle la auptosia, que para sacar «restos fósiles» o «arqueológicos» de culturas antiguas… a no ser que sea una momia, claro, que se encuentre metida en un sarcófago y que cuando lo habras tengas que viajar al pasado para cambiar el curso del tiempo, no vaya a ser que una extraña maldición asesine uno a uno y sin remision a toda la clase… entonces sí se apunta todo el mundo… seguro.

    Un saludo y felicidades por el blog.

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  4. Sí Alejandro, pero los educadores no podemos vivir eternamente llorando por la sociedad en la que vivimos, el tipo de alumnos que tenemos o lo que los políticos hacen o deshacen.

    Además de llorar, que yo lo hago todos los días y mucho, algunas cosas tenemos que hacer, aunque sea aprovechar de alguna manera los nuevos gustos e intereses de nuestros alumnos. Me encantaría que «El hombre y la Tierra» despertara en ellos lo mismo que despertó en mí en su día, pero sería absurdo estar todos los días añorando «mis» tiempos pasados «mejores».

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  5. Recuerdo ahora lo que suelen decir los médicos: «somos lo que comemos»… pero en esta ocasión sería: «somos lo que vemos». La idea de fondo está muy bien; pero por qué no hay kits sobre distintos capítulos de National Geographic, o de Discovery Channel, del «El Hombre y la Tierra» y series así… ¿quizás por la mierda de televisión que le meten los políticos a los chavales?… no me extrañaría ver pronto por los institutos el kit «Los Hombres de Paco»… y financiado con dinero público.

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