¿Es tanto el peligro existente en la calle?
¿Prefieren los niños la consola a pegar patadas a un balón?
¿Prefieren las niñas las redes sociales a correr por la calle?
¿Preferimos los adultos estar tirados en el sofá mientras que los niños juegan en sus aisladas y tecnificadas habitaciones?
Parece que pueden existir razones o acontecimientos de tipo mediático que hayan podido condicionar la salida de los niños de las calles; es probable también que las ciudades hayan visto transformaciones arquitectónicas y urbanísticas al único servicio de los vehículos dejando a las personas como entes completamente marginales.
Pero a pesar del posible nivel de delincuencia existente en las calles y de la mierda de mundo urbano que hemos construido a golpe de ladrillo y hormigón sin planificación alguna, mucho me temo que la huida hacia las casas viene dada por una especie de comodidad adulta. Cada vez tenemos unos hogares más «cómodos» y tecnificados, que proporcionan distracción integral en un espacio menor de un metro cuadrado; somos capaces de manifestarnos por un recorte en los derechos sobre Internet, pero nos importa un bledo que se carguen o abandonen el parque del barrio. Eso sí, los sábados acallamos nuestras conciencias con un paseo y a ser posible durante la semana delegamos el contacto de las distancias cortas en innumerables y estresantes actividades extraescolares.
Recuperemos la calle para los niños, exijamos más espacios abiertos a la gente y no a los jodidos coches, bajemos con ellos un rato y luego dejémosles solos que todos hemos recibido alguna pedrada que otra…
Ahora los niños prefieren jugar con la video consola antes de jugar a la pelota, a la comba o al tejo como se jugaba antas. Pero da igual, no saben lo que se pierden!!!
Yo lo que creo, y es mi humilede opinión es que en muchos casos, los niños están solos en sus casas y sus padres fuera. Como no pueden vigilar a sus hijos por que tienen largas jornadas laborales, cambian la custodia por el hacinamiento. Cárceles rosas.
Interesante post.
Os paso una iniciativa que probablemente ya conozcáis:
SIN NIÑOS, NOS PORTAMOS PEOR
http://alex-elusodesimismo.blogspot.com/2009/12/sin-ninos-nos-portamos-peor.html
Conozco varias actividades extraescolares que les encantan a mis alumnos y a algunos niños. Fútbol, baloncesto, natación, club de atletismo, club ciclista,…. Parte del miedo y de la soledad se disimulan con la realización de actividades organizadas y no me parece mal. Los macarrillas les pueden en las clases y mucho más fuera de ellas. Quizás si los adultos volviésemos a responsabilizarnos otra vez de la tribu podríamos dejarlos campar a sus anchas.
Tomar la calle puede hacerse de muchas maneras y por ahora no dejaría a mis hijas andar por ahí sin que otras personas responsables pudieran auxiliarlas o reprenderlas.
Cierto!!! Las calles pueden ser más inseguras, pero eso no quita que hoy tendemos a la sobreprotección de los hijos. Nos olvidamos que nosotros aprendimos mucho en la calle, a punta de bicicleta en el verano, cuando la tele era un asunto de 1 o 2 horas al día, y las cosas las aprendimos con los amigos del barrio más que con las series de TV.
Saludos
Pues vaya panorama amigos! …
Bueno, en Facebook me contestaron que en su pueblo todavía acuden a una cafetería por el nivel de barro que hay enfrente, donde los nenes se ponen hasta los ojos. Quizás el problema es que estamos creando ambientes completamente disconexos y lejanos, prevaleciendo el sinsentido.
Pues imagínate cómo es aquí en Estados Unidos, la meca del drive-through y del no bajarse del coche para nada. Muchos niños ni pisan una acera en todo el día. Los parques más bonitos están en las afueras de las ciudades, donde la gente prefiere dejar a los niños dentro de la casa o en el columpio que han instalado en el jardín, antes que dejarlos corretear en un parque público. Y en las ciudades, los parques son mínimos y mal equipados.
Y todo eso por no hablar del frenesí de las actividades extraescolares y del querer convertir a los niños en Shirley Temples, Little Einsteins o Mini Magic Johnsons.
Y,claro, es que es más cómodo enchufar el ordenador o la tele, y hacer otra cosa mientras tanto: el trabajo de los adultos siempre es más importante que la familia y los hijos.
Hacemos sociedades basadas cada vez más en el miedo. Pero los niños no tienen miedo, porque el miedo se aprende con la edad. Por eso intentamos sobreprotegerlos.
Los protegemos tanto que acabamos protegiéndolos hasta de ser niños.
Esto lo veo claro porque no tengo hijos. Si un día los tengo dejaré de entenderlo.
Cuanto hemos perdido los ciudadanos de a pié en estos añitos que han visto mis ojos.
Os acordais de cuando las puertas de las casas solo se cerraban para ir a dormir.
El problema Anibal es que en muchos casos, los niños están solos en sus casas y sus padres fuera. Como no pueden vigilar a sus hijos por que tienen largas jornadas laborales, cambian la custodia por el hacinamiento. Cárceles rosas, pero cárceles.
…veremos las generaciones que conseguimos.
Y volviendo a la reflexión de enriock. ¿A quien han beneficiado estos cambios? Porque nada es casual, o al menos, eso me temo.
Opino lo mismo que tu, pero añadiría que además de la «comodidad adulta» me da olor a «sistema». Como si el tenderete que tenemos organizado funcionara mejor con los niños en sus cubículos llenos de gadgets.
El miedo… ¿a quien beneficia?