La excelencia en educación


de j.o.h.n. walker en Flickr bajo CC

 

Uno de los debates de moda gira en torno a la excelencia en educación; hay personas que defienden su implantación en determinados contextos y otras que no son partidarias. Pero ¿alguien sabe definir lo que significa la excelencia en educación?

De entrada, con cierta objetividad y alejándonos de referencias bibliográficas, suena a la puesta en práctica, en determinados contextos, de un modelo educativo que persigue la consecución en el alumnado de un estado formativo y competencial superior a lo habitual y a lo que marcan los desarrollos curriculares legalmente establecidos. Para mí, el debate no es si excelencia sí o no, sino sí o no en función del modo con el que se pretende alcanzar esto

Si se busca alcanzar la excelencia educativa, con fondos públicos, en base a ampliar los contenidos de las asignaturas, pidiendo al alumnado un mayor esfuerzo, normalmente de memorización y trabajo en casa, sin incorporar nuevos elementos que permitan la adquisición de competencias propias que nos demanda la sociedad actual, entonces EXCELENCIA NO.

Si se busca alcanzar la excelencia educativa dentro de programas que se apoyen en una apertura del tipo de competencias a adquirir, en el aprender haciendo, en la potenciación del trabajo en equipo, del uso de tecnología en sentido amplio, del desarrollo integral de la persona, de la concienciación social, del dominio plurilingüista, del conocimiento científico, entonces EXCELENCIA SÍ, y en ese caso ME PLANTEO QUE SERÍA ALGO BUENO PARA TODOS.

Si la puesta en práctica de programas de excelencia educativa perjudica de forma directa o indirecta a alumnos que no los cursen, entonces EXCELENCIA NO.

¿Lo dije? El debate está servido.

11 comentarios en «La excelencia en educación»

  1. Pero José Luis, yo creo que es imposible separar ambas cosas: no se puede separar fin de proceso, son inseparables. El problema de identificación que veo en el artículo es entre fin educativo y procedimiento para evaluarlo; lo que realmente quieren expresar es que no se puede evaluar el éxito de un proceso educativo mediante un contraste de objetivos alcanzados que ignora el punto de partida del alumnado y el contexto vital que les toca 😉

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  2. La Excelencia como meta, fin, y menos la estandarizada y reconocida legalmente, no tiene sentido porque posterga a quienes no la logran, pero la Excelencia personalizada, si, es decir, cada uno debe llegar por «obligación»-y no me refiero a legal- a lo máximo que pueda dar en aquello que esté más capacitado, que reúna más habilidades, eso si es Excelencia y sería muy bueno que se extendiera.

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  3. 110% de acuerdo, Aníbal. Jejeje… No pongas esa cara, no. 110% de acuerdo, tío. Creo que das de lleno en el blanco. La excelencia solo merece la pena si tiene una función social. Lograrla y buscarla. Y mejor aún si la manera de lograrla es también social. ¡Bien dicho y me lo apunto como referente! :)))

    Una cuestión que falta, creo, y que pienso que también podría ser relevante en el debate es excelencia para qué (que yo creo que estaría bien orientarla hacia aprender a tomar las mejores decisiones posibles; pero es una opinión muy mía y, por tanto, muy discutible).

    Y que sepas que he escrito el comentario no porque crea que es relevante, no. El post está redondo. Es que te echo de menos, compañero y me apetecía charlar contigo. :)))

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  4. No veo por qué tiene que perjudicar a nadie que se adapte el curriculo al potencial de otros. Hemos entendido siempre las adaptaciones en un sentido, lo cual, en determinados contextos, ha dado lugar a que alumnos con capacidades destacables hayan quedado «abandonados a su suerte» o, al menos, faltos de estímulos. Estoy de acuerdo en la forma en que propones que se alcance la excelencia, pero me parece fundamental que sea la educación pública la que atienda a la gente con «altas capacidades», estimulando sus inquietudes y favoreciendo un proceso individualizado de aprendizaje, igual que supuestamente venimos haciendo con quienes necesitan ayuda para alcanzar objetivos mínimos. Me da la sensación de que, en el trasfondo de este debate hay un cierto temor a parecer «clasista» por defender los derechos de ese alumnado… Para mí es más clasista no atender esa necesidad especial (que aparece considerada como tal en la LOE y derivadas) y dejar que sólo en los centros privados se potencien las altas capacidades y ahí sí, de un modo selectivo. ¿No os parece?

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  5. De acuerdo contigo. Aun así creo que estamos ante una nueva oportunidad para que se compense en los centros donde los alumnos NUNCA ASISTIRÁN A BACHILLERATOS DE EXCELENCIA. Y a centros de FP donde sin inversión tampoco habrá excelencia..

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