Pruebas de nivel

Estos días, en Andalucía, se están desarrollando unas pruebas de matemáticas y lengua a TODOS los alumnos de 5º de Primaria y 3º de Secundaria. Las mismas han sido promovidas por la administración educativa andaluza.

De forma «aséptica» puedo decir:

  • La prueba es la misma para todos los alumnos, y se han establecido los cauces necesarios de distribución y custodia.
  • Las pruebas son corregidas por el profesorado del Centro, atendiendo a unos criterios perfectamente establecidos.
  • Los resultados son grabados en la aplicación de gestión de alumnado, Séneca, para poder extraer resultados globales sobre las mismas.
  • Los Centros sólo conocerán sus resultados y los globales, y la normativa que regula esta historia deja claro que el principal objetivo de las mismas es la reflexión interna que los Centros deben realizar de cara a mejorar las competencias necesarias de sus alumnos.
  • Las pruebas, al menos en Matemáticas, están muy en la órbita de las realizadas en el desarrollo del informe PISA.

De forma menos «aséptica«, pero sin valoración personal:

Para que nos entendamos, probablemente el resultado de las pruebas, al menos en matemáticas de secundaria, será un desastre. El motivo principal es que la «órbita PISA» lo que evalúa son una serie de destrezas y capacidades que los alumnos deberían poseer para enfrentarse a la vida cotidiana: situaciones laborales, medios de comunicación, etc. y sin embargo, las enseñanzas que reciben de matemáticas en las aulas están más en la línea de resolver castillos de fracciones, polinomios, racionalización de denominadores, etc.

Puedes ver la prueba de mates de 3º de ESO y las pautas de corrección aquí.

Algunas opiniones que se pueden escuchar de profes estos días en los Institutos:

Profe 1: Oye, los resultados han sido muy malos. ¿Por qué no metemos en cada unidad didáctica una sección que vaya en la línea de lo que se les ha pedido a los chavales?

Profe 2: ¿Pero cómo vamos a enseñar a los alumnos cosas de la vida cotidiana, si los desarrollos curriculares que nos impone la administración están llenos de quebrados, polinomios, radicales y sistemas?

Profe 3: Es imposible que los resultados salieran buenos con el perfil de alumnos vagos que tenemos.

Profe 4: De modo que la Administración pretende que comencemos a enseñar cosas que a los chavales les sirva para su vida cotidiana. Pues que en vez de mandarnos a corregir pruebas escritas que se mojen de verdad y cambien completamente los desarrollos curriculares, para que las editoriales cambien de una puñetera vez los contenidos que vienen repitiendo desde hace 20 años, con el simple cambio de paginación para que no se lo puedan prestar entre hermanos.

Profe 5: Lo que venimos enseñando en las clases de mates, si es bien asimilado, sirve para desarrollar la capacidad de razonamiento de nuestros alumnos, lo que le permitirá afrontar este tipo de pruebas con total normalidad.

Profe 6: Vamos a volver a cuando comencé a dar clases: lo único que se hacía era prepara a los alumnos para una prueba que debían realizar ante un tribunal. No sabían más, pero las pruebas las hacían de miedo.

Profe 7: Vale, este es el tipo de ciudadano que necesitamos y estoy dispuesto a trabajármelo este año con mis alumnos. Ya verás la bulla que me va a dar mi compañero cuando los coja el curso próximo y vea que no saben racionalizar denominadores.

Nota: Los siete personajes mostrados son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia y no responde al reflejo de ningún compañero de Instituto español, ¡je!
Ánimo! ¿Dónde te encuadrarías? ¿O prefieres definir algún perfil adicional, en el que te sientas más cómodo?.

Menos mal que este blog está recuperando el tono irónico al que estaba acostumbrado. Es posible que sea la mejor manera de remover neuronas y fomentar la reflexión.

9 comentarios en «Pruebas de nivel»

  1. Mª Ángeles, no se lo creen. No quieren. Chaves declaró que el triste récord que tenemos de alumnos que no están en los institutos y son menores de dieciséis se debe a que los padres necesitados se los llevan a trabajar para contribuir al sostenimiento de la familia. En mi instituto rural, desde luego, no es así. Los «desaparecidos» que tenemos, si trabajan en la sumergida, es para pagarse las copas o los oros o la moto.
    Entre otros pequeños detalles, porque si quieres ayudas sociales (oficiales o de Cáritas) lo primero que te piden (en toda localidad) es los papeles de los niñso matriculados.

    Responder
  2. Profe 8. ¿ Es que la Administración necesita «diagnosticar»? Podía ver las estadísticas de cualquier centro de secundaria, número de alumnos en 1º de ESO , número de alumnos en 4º de ESO con título y saquen conclusiones. ¿O es que no se lo creen?

    Responder
  3. Yo también he «sufrido» las pruebas de lengua. Antes, durante y, mucho me temo, después. Suscribo las palabras de Juvenal: preguntas mal planteadas, pautas de corrección no todo lo limpias que cabría esperar y evaluación de procedimientos, eminentemente. De hecho, en el «antes» se nos ha sugerido que los futuros diseños curriculares de Lengua van a ir en la línea de estas pruebas, y me parece bien. Hasta cierto punto porque también hay que darle algo de variedad a los contenidos de la asignatura incluyendo conceptos nuevos si no se quiere caer en el «aburrimiento» que hace unos días me manifestó mi hija de 8 años:
    – ¡Papá, es que en Lengua siempre es lo mismo!
    Eso me dolió.

    Responder
  4. A mí me ha tocado enfrentarme a las de Lengua. La primera en la frente: aquello era tan «aséptico» que los chavales sabían que no se jugaban nada, con lo que preguntas de expresión que requerían escribir diez-veinte líneas se las saltaban impunemente. Otras preguntas estaban mal planteadas: verbigracia, «pon ejemplos de anglicismos» (no decía si del texto o de fuera de él), o «valora la canción» (una chica le puso un nueve, claro). Los textos orales eran de pena: la cancioncita de Andy y Lucas necesité yo varias escuchas atentas para «pillarla» -la música hortera era un estorbo, y los chavales del curso que corregí no respondieron-, y el texto «en andaluz» era una muestra de norma sevillana semiculta, lo que no tiene por qué ser bien entendido en otras zonas con hablas distintas. Naturalmente, criterio de corrección positivo era decir que la persona «hablaba bien» (¿cómo califico al chaval que me dijo que hablaba mal porque corría mucho, lo cual era cierto -lectura ametrallada de un acta de comunidad de propietarios-?). No hablemos cuando el criterio de corrección mezclaba expresión y contenido, que deben ir juntas, cierto, pero luego, en el análisis estadístico…
    Y no entremos a valorar la documentación, que mencionaba fuentes y luego no daba las fichas bibliográficas…
    Y ya me callo, por prescripción facultativa.

    Responder
  5. Yo creo que la intención de la Consejería es pérfida. Desde el momento que la corrección la realizan los propios centros, puede haber algunos que manipulen los resultados, sabiendo que finalmente se harán públicos y se usarán como un un criterio de calidad. La manipulación del resultado no tiene que ser necesariamente consciente. Si un profesor sabe que el resultado de un examen no va a tener trascendencia e inconscientemente desea que sus alumnos saquen buena nota (eso demostraría que él enseña bien) está predispuesto a corregir más benévolamente que si se trata de un examen convencional. Finalmente el nivel del alumnado que arroje la prueba, será mayor que el real (que es lo que quiere nuestra Consejera.

    Responder
  6. Pues yo, soy de los que cree en una visión mixta de lo que deberían ser los currículos: funcional, para que lo aprendido pueda ser relevante en su futuro dia a dia (y de paso nos aprueben en el Pisa) al tiempo que riguroso en los conceptos y procedimientos. ¿ Es eso posible? .
    Bueno pues aunque me puedan tachar de ingenuo ( y llevo ya 21 años como profesor de matemáticas) yo creo que sí.
    Saludos para todos
    PD: He tratado de ver la prueba de 3º de eso en pdf, pero oh decepción no está.

    Responder
  7. Se me ocurre un personaje más: el que dice:

    «A mi, estas estadísticas no me afectan,. Como que me obligan a pasarles las pruebas a todos (los normales y los que trabajan diferente), los resultados no sirven de nada»

    Abudnando en lo de la ironía: este personaje añade: «yo paso las pruebas, las corrijo, envío los resultados y me olvio»

    Escribo desde Catalunya, dónde tenemos que pasar unas pruebas similares (en concepto, contenido y organización) en 2º, 4º y 6º de primaria.

    Saludos
    Joan Sedeño

    Responder

Deja un comentario