Corren buenos tiempos para los tecnófobos y para los que siguen pensando que el mejor acto educativo es cerrar la puerta del aula detrás de nosotros y seguir haciendo las cosas de la misma forma que las venimos haciendo en las últimas cinco décadas; al fin y al cabo la culpa la tiene toda el alumnado que tenemos hoy en día y lo que la LOGSE (caso español) ha hecho de ellos (sí, llevaba algún tiempo sin provocar revoluciones neuronales irónico-agudas, se nota que comienzo a descargarme de trabajo).
Admito que un porcentaje relevante de profesores no confíen en el uso de ordenadores en el aula y puede resultar lógico que algunas administraciones educativas decidan dar algún paso atrás en el desarrollo de programas de implantación de ordenadores en ámbitos educativos (sí, algún otro ejemplo de corte escandinavo había por ahí). Y lo admito porque supongo que esto irá incluido en el precio a la hora de recibir cambios significativos; tampoco sería bueno el uso exclusivo de pancartas y bandas de música.
Pero se ruega encarecidamente que este tipo de anécdotas no se aprovechen, en círculos semi-públicos para poner cara de sabiondo «modelo pedante» intentando aparentar que se lleva toda la vida estudiando comparada, para afirmar: «je!, pues en rocolandia se han dado cuenta del error que supone … y han decidido … tras un estudio que ha determinado …»
Ah! lo del título es porque deberíamos ir descargando de responsabilidad al uso de los ordenadores en educación; parece como si la necesidad de cambios significativos tuvieran que venir de la mano de los mismos. Por eso, cuando los resultados no son mejores inmediatamente pensamos que deberían ser eliminados sin pensar en que podemos estar equivocados a la hora de usarlos o que se trata sólo de una herramienta con unas potencialidades sin precedentes. Ya puestos, seguro que si eliminamos las pizarras, las tizas y hasta los libros de texto, los resultados tampoco serán peores, de la misma forma que nuestra vida tampoco cambiaría sustancialmente con la desaparición de los móviles.
Je, je, Paco, el problema no está en los profesores sino en la Junta.
Estoy hasta los cataplines de Guadalinex
Porque es inestable.
Porque estoy harto de que a mis alumnos se les vaya un programa en medio de un trabajo.
Porque ha sido un enorme error estratégico activar las Tic’s con él.
Porque es más feo que Picio.
Porque todo el mundo en su casa usa Windows y en el trabajo se tienen que enfrentar a un sistema nuevo, inestable y además más feo que Picio.
Porque todo el mundo piensa que los magníficos programas de código abierto que lleva incorporado son sólo de uso exclusivo de Guadalinex.
Porque la gente ignora que los magníficos programas de código abierto que lleva incorporado se pueden usar en (corren bajo) Windows.
Porque hay quien se ha gastado el dinero comprando un nuevo disco duro para incorporar en él el Guadalinex de marras (ignorantes de todo lo dicho arriba).
Porque NO es cierto que sea gratis.
Porque ha costado una pasta y lo único que aporta es la banderita de la Junta.
Porque los ordenadores (personales) de los gestores de los CEPs corren bajo Windows.
Porque los ordenadores de la Consejería funcionan bajo Windows.
Porque todos los equipos directivos siguen manteniendo Windows en sus despachos (y hacen bien).
Porque se han desaprovechado las sinergias posibles que daba –que da todavía- el hecho de que casi todos los docentes saben medio defenderse en Windows porque es lo que tienen en casa.
Porque en lugar de sumar, se ha restado con el Guadalinex de los cataplines.
Nada Anibal, cuando las barbas de tu vecino veas cortar …
Estamos viviendo una tecno-burbuja en el ambito educativo. Y cuando las burbujas llegan a la interficie … ¡Plop!
A mí me ha sorprendido que el instituto Británico ha cambiado las puertas de las aulas y ahora son de cristal transparente. Yo espero que pronto todos nuestros IES tengan las puertas de las aulas de cristal porque no tenemos nada que esconder ¿o sí?
Además, algún día no muy lejano, consideraremos las TIC al mismo nivel que la tiza y la pizarra verde, algo que no se cuestiona si debe o no estar en el aula, y que la utiliza quien quiere.
No entiendo tanto barullo con los ordenatas.
Pepe
A mi esto de los ordenadores cada vez me recuerda más al sexo. El ordenador, como el sexo: donde está de verdad es en tu mente. El cacharro, ya se sabe… Y mejor no sigo con la metáfora.
Ni herramienta, ni medio, ni nada. Los ordenadores son parte de nosotros, son como nosotros los usamos, nos hacen sufrir y nos hacen gozar.
Dato: El 52 por ciento del profesorado español no cree en la utilidad del uso del ordenador en el aprendizaje, según una encuesta a nivel europeo presentada en el I Congreso Internacional «Innov@mos juntos», celebrado el pasado fin de semana en Huesca, conforme señala Europa Press.
Y yo me pregunto: después de semejante dato, ¿nos darán un plus a los coordinadores (en dinero, en especie o en palmadita cariñosa en la espalda) por tener que lidiar con «público hostil»?
P.D.: «…es cerrar la puerta del aula detrás nuestra y seguir …». Aníbal, «detrás de nosotros». «Detrás» es un adverbio y no se puede «poseer» 🙂
En la década del 50 del pasado siglo, cuando se dio inicio a la llamada «Tecnología educativa», la idea mayoritaria era la de sustituir al profesor por los
medios. Evidentemente esta idea quedó olvidada. Nuevamente en los años 80 y 90 con la llegada de la computadora personal algunos desenfundaron la vieja idea de sustituir al profesor. Nuevamente el fracaso, no son los medios los llamados a sustituir al profesor, pues este es quien los selecciona diseña y emplea.
Lo anterior no significa que desechemos el empleo de la computadora, pero como dice el anterior comentarios si ésta es empleada sólo como máquina de escribir no vale la pena la inversión.
Suele suceder que la mejor computadora no está en el aula, sino en la oficina del director y es empleada por una secretaría a veces «daltónica» que no se da cuenta de los errores ortográficos cuando éstos aparecen reflejados en la pantalla.
Es probable que los comentarios contrarios al empleo de la computadora se deban fundamentalmente al desconocimiento de su uso
Yo puesto a eliminar eliminaría hasta los profesores ya que seguro que viendo la televisión, saliendo por las mañanas a hacer la compra y hablando con uno y otro se pueden aprender.
Yo suelo decir medio en bromas medio de veras que cuando más aprenden mis alumnos en en verano. 🙂 Y que conste que no me considero mal profesor.
Lo de que los ordenadores son una mera herramienta… pues cada vez estoy más convencido de que no. Hombre, si se utiliza únicamente para pasar cuatro escritos a ordenador, mandarlos por e-mail, jugar a juegos de asociaciones o tipo test y poco más… pues la verdad que no pasa demasiado por aparcar los ordenadores e invertir lo ahorrado en otros menesteres.
Pero si los ordenadores se utilizan para crear, compartir, colaborar, informarse, jugar a juegos complejos, publicar, realizar cálculos complejos, simular, comunicarse, expresarse… pues entonces nos estamos perdiendo una herramienta que ya está cambiando la forma de pensar (e incluso según Marc Prensky la forma del cerebro) de nuestros alumnos/as.
Finalmente parafraseando a Mc Luhan que decía aquello de que «el medio es el mensaje», yo diría que el medio es el masaje y los ordenadores «masajean» que no veas nuestras mentes. :-O